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La Princesa Leonor inicia su desafío más importante a bordo del Juan Sebastián Elcano, enfrentando un riguroso entrenamiento naval que marcará su camino hacia la jefatura del Estado.
Este 2025 marca el comienzo de uno de los mayores retos en la vida de la Princesa Leonor. El 8 de enero llegó a Cádiz para comenzar los últimos preparativos antes de embarcarse en su travesía a bordo del Juan Sebastián Elcano, el buque escuela de la Armada española.
A partir del 11 de enero, la hija del Rey Felipe VI comenzará un viaje que la llevará a varios rincones del mundo y que se extenderá durante seis intensos meses, convirtiéndose en una experiencia crucial para su formación como futura Jefa de Estado.
La Princesa, con tan solo 19 años, se encuentra en un punto clave de su desarrollo profesional y personal.
Al igual que su padre en 1987, Leonor está a punto de embarcarse en un viaje que le servirá no solo para aprender la vida en el mar, sino también para consolidar su formación como oficial y asumir la responsabilidad de su rol como heredera al trono.
Este viaje tiene un valor simbólico y práctico muy grande, ya que es una tradición que ha marcado el recorrido de todos los miembros de la Familia Real, desde el Rey Juan Carlos I hasta el actual monarca, Felipe VI.
Con un protocolo estricto y un calendario cargado de actividades, la Princesa afronta este reto con la misma seriedad que la de cualquier otro guardiamarina, sin privilegios que la eximan de las tareas y responsabilidades que le impone la vida en el Juan Sebastián Elcano.
Entre las muchas actividades que la Princesa y sus compañeros de formación tienen agendadas, destaca la necesidad de cumplir con una serie de normas que han llamado la atención.
Por ejemplo, uno de los aspectos que más ha sorprendido es que Leonor, al igual que sus compañeros, tendrá que comer con el capitán del buque en grupos de dos o tres personas, lo que permitirá estrechar lazos con los altos mandos y fomentar un ambiente de camaradería.
Esta es solo una de las muchas reglas que deberán seguir durante su estancia a bordo. En cuanto a las tareas, la Princesa tendrá que aprenderse la nomenclatura del barco, participar en maniobras de vela, y afrontar guardias y exámenes de gran exigencia.
No se trata solo de una formación académica, sino también de una prueba de resistencia física y mental que pondrá a prueba su capacidad de adaptación, disciplina y trabajo en equipo.
Un aspecto que también ha generado atención mediática son las peticiones de los Reyes para que, aunque no se otorguen privilegios especiales a su hija, puedan recibir noticias sobre su evolución a lo largo del viaje.
Aunque Felipe VI y Letizia han dejado claro que no buscan ventajas para Leonor, sí han solicitado estar al tanto de cómo se desarrolla su travesía.
“No pretenden mantener una comunicación especial o que disponga de ciertos privilegios, pero es la heredera al trono”, revelaron fuentes cercanas a la Casa Real.
Este gesto subraya la importancia de este viaje para la Familia Real y el deseo de los Reyes de seguir el progreso de su hija durante los meses que estará lejos de casa.
A pesar de la seriedad con la que Leonor afronta su formación, también hay espacio para recordar que el viaje de su padre, Felipe VI, en 1987, fue también una experiencia que marcó un hito en su vida.
Con 19 años, Felipe VI embarcó en el Juan Sebastián Elcano para realizar el mismo viaje de formación que ahora le toca a su hija.
Sin embargo, aunque la situación de entonces y la de ahora tienen muchas similitudes, hay un detalle que marca la diferencia: cuando Felipe embarcó, la tripulación solo estaba conformada por hombres.
No fue hasta 1988, con la llegada del Real Decreto que permitía la incorporación de mujeres a las Fuerzas Armadas, que la situación cambió radicalmente.
Por lo tanto, Leonor, al ser la primera mujer en la historia de la Familia Real en realizar este viaje de formación en el Juan Sebastián Elcano, se encuentra no solo en una travesía importante para su carrera, sino también en un contexto histórico de gran relevancia.
Con la salida programada para el 11 de enero, el Juan Sebastián Elcano pondrá rumbo a Canarias, donde la Princesa Leonor y su compañero guardiamarinas comenzarán su periplo por el mundo.
En total, el viaje les llevará por Brasil, Uruguay, Chile, Perú, Panamá, Colombia, República Dominicana y Estados Unidos, antes de regresar a España en julio.
En cada uno de estos países, la Princesa vivirá experiencias únicas, mientras sigue formándose como líder y como parte de la tradición castrense que define a la Familia Real.
Sin duda, la travesía de la Princesa Leonor será un hito en su vida y en la historia de la monarquía española.
En un entorno austero y exigente como el que ofrece el Juan Sebastián Elcano, la heredera al trono tendrá que demostrar su capacidad de adaptación, liderazgo y resistencia.
Y aunque la presencia de sus padres estará siempre en su mente, la Princesa sabe que este viaje es un paso esencial en su camino hacia la madurez y su futuro papel como reina de España.
La Familia Real, al igual que hace 38 años con Felipe VI, asiste a este proceso con orgullo y respeto, consciente de que este desafío no solo forma parte de la formación profesional de Leonor, sino también de su desarrollo como figura clave en la historia de España.
La espera ha sido larga, pero la Princesa Leonor está lista para enfrentar el reto que tiene por delante: una aventura que no solo le enseñará sobre la navegación, sino también sobre sí misma.
